Sin Título, Françoise Nielly.

Trabajo realizado por Laura Andrade.

SIN TÍTULO 666.
57.5 x 39.0 pulgadas.
Ilustraciones visible en: Francia.
Óleo sobre lienzo, técnica espátula/ cuchillo.

Françoise Nielly es una artista contemporánea francesa quien en un principio se dedicó a la exploración de las imágenes a través de la fotografía, bocetos, ilustraciones, la publicidad y la pintura, a la cual en los últimos años le ha designado más tiempo y dedicación. Sus obras se caracterizan por los colores vibrantes y contrastantes que posee, y por la técnica que utiliza a la hora de pintar, ya que suple la utilización de pinceles por cuchillos que dejan gruesas capas de pintura que generan textura.
Al plantear un análisis de las obras de Francoise Nielly con los argumentos que el filósofo Alain Badiou plantea en su texto podríamos iniciar con las dos normas que subyugan al arte contemporáneo. Primero, la posibilidad de repetición, en las obras de Nielly es evidente que todas las piezas forman parte de una misma serie, pues todas las obras son retratos de rostros de diferentes personas con encuadre “médium close up” los cuales pretenden representar diferentes emociones de mujeres y hombres. Badiou manifiesta que en el arte clásico y romántico la obra era vista como algo único e irrepetible, a diferencia del  significado de la obra en el arte contemporáneo, que es vista como un modelo de repetición, reproducción y serialización.
La segunda norma, un ataque contra la figura del artista; Nielly antes de ser pintora atravesó diferentes etapas relacionadas con la imagen mencionadas con anterioridad en el inicio; según Badiou la noción de artista en el arte contemporáneo la puede adoptar cualquiera y mediante la mezcla simultanea de  métodos se pueden derrumbar las fronteras artísticas, en el caso de la artista francesa tuvo una gran influencia por parte de su padre quien era arquitecto, y después de 15 años se dedicó finalmente a la cuestión de la pintura.

Por último, otro punto que Badiou desarrolla a lo largo de la lectura y es importante de resaltar, es que el arte contemporáneo le interesa crear un “arte viviente”. Este es un aspecto que Françoise Nielly utiliza en sus obras, se puede constatar en los retratos de personas a los que ella llama “reales” que encuentra en agencias de modelos, en internet o simplemente son sus amigos. En síntesis, lo que pinta Nielly “es un testimonio vivo sobre la vida” como dice Badiou, porque en sus pinturas logra capturar emociones, expresiones y emociones que son propias de los seres humanos con los cuales configura una especie de cotidianidad, ligada al curso y ritmo, que la vida misma posee.

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